REPORTAJE: Vida&artes
El arraigo se vive, no se estudia
Varios países imponen exámenes para la nacionalidad - Pero mide mejor la integración el estilo de vida que los conocimientos
CARMEN PÉREZ-LANZAC 23/07/2010
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Los inmigrantes que residen en Getafe (Madrid) tienen motivos para estar inquietos cuando solicitan la nacionalidad española. Aunque cumplan los requisitos que marca la ley -determinados años de residencia o acreditar buena conducta cívica, entre otros-, a buen seguro tendrán que responder a un cuestionario que elabora personalmente el juez José María Celemín, responsable del Registro Civil del municipio madrileño.
El Registro de Getafe pregunta sobre escritores de la posguerra
La ley española deja amplio margen al juez para interrogar a los candidatos
El objetivo, se supone, es dilucidar si los solicitantes están lo suficientemente integrados como para merecer la nacionalidad española. Pero la complejidad de algunas preguntas -¿Qué sucedió en España en 1704? ¿Cómo se llama el presidente del Congreso? Cite tres escritores de la posguerra- ha desatado recelo entre asociaciones de abogados, inmigrantes y medios de comunicación.
El mismo día en que la noticia empezó a circular fuera de Getafe (donde el juez y sus métodos son ya conocidos), el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) publicó una nota apoyando al juez y aclarando que el artículo 221 del Reglamento del Registro Civil establece que el magistrado "oirá personalmente al peticionario, especialmente para comprobar el grado de adaptación a la cultura y estilo de vida españoles". "Esa entrevista tiene, entre otras finalidades", añadía el TSJM, "evitar fraudes y comprobar la veracidad de las circunstancias del peticionario...".
El arraigo se vive, no se estudia
Varios países imponen exámenes para la nacionalidad - Pero mide mejor la integración el estilo de vida que los conocimientos
CARMEN PÉREZ-LANZAC 23/07/2010
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Los inmigrantes que residen en Getafe (Madrid) tienen motivos para estar inquietos cuando solicitan la nacionalidad española. Aunque cumplan los requisitos que marca la ley -determinados años de residencia o acreditar buena conducta cívica, entre otros-, a buen seguro tendrán que responder a un cuestionario que elabora personalmente el juez José María Celemín, responsable del Registro Civil del municipio madrileño.
El Registro de Getafe pregunta sobre escritores de la posguerra
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El objetivo, se supone, es dilucidar si los solicitantes están lo suficientemente integrados como para merecer la nacionalidad española. Pero la complejidad de algunas preguntas -¿Qué sucedió en España en 1704? ¿Cómo se llama el presidente del Congreso? Cite tres escritores de la posguerra- ha desatado recelo entre asociaciones de abogados, inmigrantes y medios de comunicación.
El mismo día en que la noticia empezó a circular fuera de Getafe (donde el juez y sus métodos son ya conocidos), el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) publicó una nota apoyando al juez y aclarando que el artículo 221 del Reglamento del Registro Civil establece que el magistrado "oirá personalmente al peticionario, especialmente para comprobar el grado de adaptación a la cultura y estilo de vida españoles". "Esa entrevista tiene, entre otras finalidades", añadía el TSJM, "evitar fraudes y comprobar la veracidad de las circunstancias del peticionario...".
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