El escritor Roy Galán le ha dedicado una carta abierta en Facebook "para que sepa que no está sola"
Yo sí te creo.
Somos muchos y muchas los que te creemos.
A los que nos resulta escandaloso cómo te están tratando.
Cómo te están volviendo a violar.
¿Qué mierda es esa de defensa de los acusados basada en probar tu "mala" reputación?
En probar que ibas bebida o que no dijiste NO expresamente o que te irías con varios porque eres una "guarra".
¿Qué es eso de aceptar como prueba el seguimiento de un detective privado para corroborar que no estás destrozada psíquicamente después de la agresión?
Claro, es que las mujeres violadas para probar que han sido violadas han de guardar el luto de la violación.
Han de ser muy víctimas y comportarse como tal.
No se te ocurra recuperar la normalidad o subir fotos a tus redes sociales o disfrutar mínimamente de algo o sonreír o celebrar tu cumpleaños porque entonces te pondrán en duda.
Sí, esta justicia patriarcal dudará siempre de ti.
Y la opinión pública hará encuestas asquerosas en Twitter para tantear si la gente cree que eso que te ha sucedido era sexo consentido o una violación.
La gente, sí.
Lo siento, C, de verdad.
Siento que aquella noche te toparas con cinco hombres que ya iban con la idea en la cabeza de follarse a una gorda entre cinco.
Siento que no se admita eso como prueba y que sí se admitan aquellas que tratan de hundir tu reputación o valorar tu dolor posterior.
Siento que la ley no te proteja con más cuidado por considerar que eso no es violencia machista.
Siento que te culpen a ti por violarte.
Por eso hermanas, compañeras, mujeres.
Lobas.
Uníos.
Por eso, brujas, invocad con toda la fuerza al amor entre vosotras.
Este viernes 17 a las 18:00 horas ante el Ministerio de Justicia de Madrid.
Que vean que sois muchísimas más.
Que sois poderosas.
Que creéis a las mujeres, en las mujeres.
Que la manada sois vosotras.
Ya nada será igual, C.
Te han cambiado algo para siempre.
Pero lo importante no es lo que te pasa.
Es lo que tú haces con lo que te pasa.
Y lo que vas a hacer es vivir.
Tirar.
Y cuando flaquees.
Cuando pienses por qué a mí.
Cuando te llenes de rabia o dolor.
Recuerda.
Que no estás sola.
Hermana, compañera, mujer.
No estás sola.
Somos muchos y muchas los que te creemos.
A los que nos resulta escandaloso cómo te están tratando.
Cómo te están volviendo a violar.
¿Qué mierda es esa de defensa de los acusados basada en probar tu "mala" reputación?
En probar que ibas bebida o que no dijiste NO expresamente o que te irías con varios porque eres una "guarra".
¿Qué es eso de aceptar como prueba el seguimiento de un detective privado para corroborar que no estás destrozada psíquicamente después de la agresión?
Claro, es que las mujeres violadas para probar que han sido violadas han de guardar el luto de la violación.
Han de ser muy víctimas y comportarse como tal.
No se te ocurra recuperar la normalidad o subir fotos a tus redes sociales o disfrutar mínimamente de algo o sonreír o celebrar tu cumpleaños porque entonces te pondrán en duda.
Sí, esta justicia patriarcal dudará siempre de ti.
Y la opinión pública hará encuestas asquerosas en Twitter para tantear si la gente cree que eso que te ha sucedido era sexo consentido o una violación.
La gente, sí.
Lo siento, C, de verdad.
Siento que aquella noche te toparas con cinco hombres que ya iban con la idea en la cabeza de follarse a una gorda entre cinco.
Siento que no se admita eso como prueba y que sí se admitan aquellas que tratan de hundir tu reputación o valorar tu dolor posterior.
Siento que la ley no te proteja con más cuidado por considerar que eso no es violencia machista.
Siento que te culpen a ti por violarte.
Por eso hermanas, compañeras, mujeres.
Lobas.
Uníos.
Por eso, brujas, invocad con toda la fuerza al amor entre vosotras.
Este viernes 17 a las 18:00 horas ante el Ministerio de Justicia de Madrid.
Que vean que sois muchísimas más.
Que sois poderosas.
Que creéis a las mujeres, en las mujeres.
Que la manada sois vosotras.
Ya nada será igual, C.
Te han cambiado algo para siempre.
Pero lo importante no es lo que te pasa.
Es lo que tú haces con lo que te pasa.
Y lo que vas a hacer es vivir.
Tirar.
Y cuando flaquees.
Cuando pienses por qué a mí.
Cuando te llenes de rabia o dolor.
Recuerda.
Que no estás sola.
Hermana, compañera, mujer.
No estás sola.
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