LOS LÍDERES DE LA UE PROVOCAN UNA CRISIS
HUMANITARIA EN LAS COSTAS DE EUROPA
Madrid / Bruselas / Roma, 23 de junio 2015.- Las fronteras europeas están asistiendo al
surgimiento de una crisis humanitaria donde miles de personas arriesgan su vida por alcanzar la
seguridad de Europa y apenas reciben ayuda. Médicos Sin Fronteras (MSF) alerta de las
vergonzosas consecuencias que pueden derivar del hecho de que los estados miembros de la Unión
Europea (UE) hagan caso omiso de su deber humanitario. La organización médico-humanitaria
exhorta a los líderes de la UE a repensar radicalmente sus políticas para ofrecer formas seguras y
legales para las personas que buscan refugio y asilo en Europa.
Antes de la celebración de la reunión del Consejo Europeo los días 25 y 26 de junio, MSF pide a los
líderes de la UE que destinen, de forma inmediata, los recursos adecuados para que Grecia e Italia
puedan asegurar a estas personas una protección adecuada y unas condiciones de acogida dignas
en los puntos de llegada. A su vez, los gobiernos de Italia y Grecia deben mostrar un claro
compromiso de mejora de las condiciones de los migrantes y solicitantes de asilo que llegan a sus
fronteras.
“Esta es una crisis humanitaria orquestada, creada por el fracaso de la Unión Europea a la hora de poner en marcha políticas y prácticas adecuadas y humanas para hacer frente a este
problema", denuncia Aurelie Ponthieu, especialista de MSF en migraciones. "El deterioro de la
situación no se debe a un número inmanejable de migrantes y refugiados sino al resultado directo
de las deficiencias crónicas en las políticas de la UE en la gestión de las personas recién llegadas.
Los Estados miembros emplean su tiempo en discutir sobre cierre de fronteras, construcción de
muros y en lanzarse ultimátum amenazantes entre sí. Eso no va a impedir que la gente venga y,
además, socava cualquier esfuerzo de colaboración para ayudar a las personas que lo requieren”.
Frente a este sufrimiento extremo resulta aún más vergonzosa la postura intransigente que
Estados miembros han adoptado: Francia y Austria han reforzado los controles fronterizos; Italia
amenaza con impedir que barcos extranjeros desembarquen migrantes y Hungría anuncia la
construcción de un muro en su frontera con Serbia.
Los datos médicos de los proyectos de MSF de ayuda a refugiados y migrantes en Italia y Grecia
muestran que la mayoría de los problemas sanitarios se deben a las malas condiciones de
recepción, así como a las heridas y traumatismos sufridos en viajes largos y peligrosos. MSF ofrece
servicios médicos y apoyo en materia de salud mental dado que las necesidades sanitarias no están
siendo atendidas adecuadamente por las autoridades.
"Es evidente que el sistema actual, que incluye el Reglamento de Dublín II, no está funcionando.
Las devoluciones de las personas vulnerables a Italia en el marco de Dublín II deben suspenderse
inmediatamente. Así mismo, debe actuarse de forma urgente para permitir que los solicitantes de
asilo que acceden a la UE a través de las fronteras meridionales obtengan la asistencia y la
protección a las que tienen derecho de acuerdo con las directivas comunitarias", afirma Loris de
Filippi, presidente de MSF en Italia.
En Italia, donde el número de recién llegados es similar al del mismo período del año pasado, el
sistema de recepción está bajo presión y podría colapsar en las próximas semanas si no se toman
medidas. Los centros de acogida en Sicilia se esfuerzan en proporcionar condiciones adecuadas y
humanas, mientras que cientos de refugiados en tránsito se concentran en asentamientos
informales en las principales ciudades italianas y en Ventimiglia, en la frontera francesa, donde
MSF ha puesto en marcha una intervención temporal para responder a las necesidades básicas.
Grecia está haciendo frente a la llegada de un importante aumento de refugiados, pero el sistema
de recepción es casi inexistente y las condiciones son cada vez más preocupantes. En la isla de Kos,
MSF es la única organización que brinda atención médica y trabaja en la mejora de las condiciones
de vida en el interior del campamento del Hotel Capitán Elías: un edificio en ruinas que constituye el
único lugar puesto a disposición por parte de las autoridades para que los refugiados y los
migrantes permanezcan mientras esperan la autorización de la policía para salir de la isla, trámite
que puede llevar varias semanas.
Tras la muerte de más de 1.800 personas en el Mediterráneo en lo que va de año, la financiación
de las operaciones de búsqueda y salvamento en el mar se ha triplicado en el último mes. Sin
embargo, muy poco se ha avanzado en proporcionar asistencia a las personas que llegan a las
costas europeas y en la mejora de las condiciones de acogida.
"Queremos ver la misma determinación para poner en marcha condiciones de acogida dignas y
humanas en Europa", manifiesta Aurelie Ponthieu. "En lugar de discutir sobre la solidaridad entre
los estados miembros, es el momento de que la UE adopte medidas concretas para ayudar a las
personas que huyen de crisis humanitarias terribles y los estados se pongan de acuerdo sobre las
políticas que son eficaces, humanas y están basadas en la compasión para la gente, en lugar de un
discurso hostil de rechazo institucional".
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Desde que MSF puso en marcha la operación de rescate en el Mediterráneo el pasado 2 de mayo,
los equipos de la organización han intervenido en el rescate de casi 4.700 personas que trataban de
llegar a Europa en embarcaciones precarias. Estas operaciones se realizan mediante dos barcos
operados específicamente por MSF (Dignity I y Bourbon Argos) y el MY Phoenix gestionado por la
organización maltesa Estación de Ayuda a Migrantes en el Mar (MOAS) y con equipos médicos de
MSF.
MSF trabaja en Italia en la atención a refugiados y migrantes desde 2002. En Sicilia, MSF presta
apoyo en la atención médica en el centro de recepción de Pozzallo. En la provincia de Ragusa, los
equipos de la organización también facilitan atención psicológica en los centros de recepción. En
Grecia, MSF trabaja en la isla de Kos donde, desde marzo, ha realizado más de 1.500 consultas
médicas. MSF también ha puesto en marcha una clínica móvil en barco que navega entre las islas
del Dodecaneso para responder a las necesidades de los recién llegados. Clínicas móviles de MSF
trabajan también cerca de la frontera griega con la Antigua República Yugoslava de Macedonia, en
Belgrado y en la frontera de Serbia con Hungría, atendiendo a migrantes, refugiados y solicitantes
de asilo que tratan cruzan los en su viaje al norte de Europa.
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