La Policía niega la entrada a menores españoles en el aeropuerto de Barajas
El Mundo, OLGA R. SANMARTÍN, 2009-06-01
El Mundo, OLGA R. SANMARTÍN, 2009-06-01
Según el Defensor del Pueblo, los agentes ponen trabas a niños que viajan con su madre extranjera / En vez de avisar al otro progenitor, les devuelven sin que conste en acta Madrid
Jose es un niño nacido en Madrid de madre dominicana y padre extremeño. Cuando sus progenitores se separan, Jose se traslada con su madre a la República Dominicana. Pero un día los dos regresan y, en el aeropuerto de la capital, les ponen trabas porque ella no cumple con los requisitos de entrada. A Jose, a pesar de que es español, también le envían de vuelta a casa.
La Policía está cerrando la puerta de acceso a España a menores con nacionalidad española que llegan a Barajas acompañados de sus madres extranjeras. Los agentes devuelven tanto a las progenitoras como a los críos, en vez de contactar con los padres – que son ciudadanos españoles que residen aquí – para que se hagan cargo de ellos. Lo denuncia, en su informe anual, el Defensor del Pueblo, que recuerda que estas inadmisiones «vulneran el derecho de los menores españoles a entrar en su propio país».
La institución detecta que cada vez se producen en los aeropuertos más «problemas» de este tipo, fundamentalmente por el auge de matrimonios mixtos entre españoles y extranjeros. Cuando las parejas se rompen y hay que regular el régimen de visitas, los pequeños tienen que pasar muy frecuentemente por el drama añadido de que no les dejen atravesar la frontera. Pierden, así, la posibilidad de ver a uno de los padres y de estar en su país.
«Entendemos que debe primar el ejercicio del niño a entrar en España sobre el control de entrada al progenitor», explica a este diario la adjunta primera del Defensor, María Luisa Cava de Llano. Esta institución considera que la Policía no es quién para impedir la entrada a un menor español, que sólo puede ser devuelto si así lo deciden sus padres.
Aun en el supuesto de que no se lograra localizar al progenitor, los agentes deberían dejar entrar a la madre para que acompañara al niño, aunque ésta no tenga papeles.
La institución también ha observado otra irregularidad, consistente en que los nombres de estos niños que son devueltos nunca figuran en los expedientes de devolución. La razón es clara: si aparecieran, se estaría dejando constancia por escrito de la ilegalidad que supone denegar la entrada a un español en nuestro territorio.
La Policía no ha querido dar su versión de los hechos a este periódico, alegando que «nunca» comenta los informes que elabora el Defensor del Pueblo.
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