RETIRO LO ESCRITO
Franquista
ALFONSO GONZÁLEZ JEREZ
Yo no creo que el señor Manuel Alcaide sea un franquista nostálgico o un nostálgico del franquismo. Se trata de una tesis inverosímil. ¿En qué cabeza cabe que el PP propusiera en su día a un admirador del régimen franquista para Diputado del Común? ¿Alguien puede creer que Coalición Canaria -pese a su inermidad ideológica, su amnesia crónica y su pragmatismo gallináceo- hubiera apoyado a un apologeta de la dictadura más feroz que ha padecido este país? Quia, hombre. Los que pretenden relacionar las recientísimas declaraciones del señor Alcaide sobre las bondades político-administrativas del franquismo con sus pronunciamientos acerca de la imperiosa necesidad de expulsar fulminantemente a los inmigrantes subsaharianos menores de edad pinchan en hueso. Está muy claro que Manuel Alcaide quiere abandonar el cargo hace tiempo. En reiteradas ocasiones lo ha solicitado a las fuerzas parlamentarias, pero las fuerzas parlamentarias no se ponen de acuerdo en su sustituto. El taimado Alcaide ha creído encontrar una fórmula para acelerar este proceso bloqueado en la Cámara regional: declararse implícitamente partidario del Generalísimo y de su benemérita gestión durante cuarenta años. A ver si ahora se atreven a dejarlo en la poltrona dos años más.
Hay historiadores del Derecho y sabios administrativistas que, desde posiciones políticas e ideológicas muy distantes y en ocasiones antagónicas del franquismo evalúan como la única reforma administrativa eficiente y eficaz la impulsada por López Rodó en los años cincuenta: profesionalización burocrática, introducción de nuevas técnicas y metodologías en la gestión, formación sistemática del alto funcionariado y la nueva ley de procedimiento administrativo. Pero esta reforma terminó perdiendo impulso transformador y se osificó y, en definitiva, no se filtró jamás en las estructuras políticas de una dictadura que encarceló, amordazó y asesinó hasta sus últimos días. Claro que el señor Alcaide no se refiere a eso. El señor Alcaide defiende las bondades de un régimen cuartelero, miserable y criminal donde no era necesario ni un Defensor del Pueblo ni un Diputado del Común, ni un Parlamento, ni libertades constitucionales, ni justicia independiente, ni mucho menos las perniciosas elecciones políticas.
Por favor, retiren a este hombre de una vez. Está tan desesperado que pasado mañana es capaz de ponerse a cantar el Cara al Sol.
Franquista
ALFONSO GONZÁLEZ JEREZ
Yo no creo que el señor Manuel Alcaide sea un franquista nostálgico o un nostálgico del franquismo. Se trata de una tesis inverosímil. ¿En qué cabeza cabe que el PP propusiera en su día a un admirador del régimen franquista para Diputado del Común? ¿Alguien puede creer que Coalición Canaria -pese a su inermidad ideológica, su amnesia crónica y su pragmatismo gallináceo- hubiera apoyado a un apologeta de la dictadura más feroz que ha padecido este país? Quia, hombre. Los que pretenden relacionar las recientísimas declaraciones del señor Alcaide sobre las bondades político-administrativas del franquismo con sus pronunciamientos acerca de la imperiosa necesidad de expulsar fulminantemente a los inmigrantes subsaharianos menores de edad pinchan en hueso. Está muy claro que Manuel Alcaide quiere abandonar el cargo hace tiempo. En reiteradas ocasiones lo ha solicitado a las fuerzas parlamentarias, pero las fuerzas parlamentarias no se ponen de acuerdo en su sustituto. El taimado Alcaide ha creído encontrar una fórmula para acelerar este proceso bloqueado en la Cámara regional: declararse implícitamente partidario del Generalísimo y de su benemérita gestión durante cuarenta años. A ver si ahora se atreven a dejarlo en la poltrona dos años más.
Hay historiadores del Derecho y sabios administrativistas que, desde posiciones políticas e ideológicas muy distantes y en ocasiones antagónicas del franquismo evalúan como la única reforma administrativa eficiente y eficaz la impulsada por López Rodó en los años cincuenta: profesionalización burocrática, introducción de nuevas técnicas y metodologías en la gestión, formación sistemática del alto funcionariado y la nueva ley de procedimiento administrativo. Pero esta reforma terminó perdiendo impulso transformador y se osificó y, en definitiva, no se filtró jamás en las estructuras políticas de una dictadura que encarceló, amordazó y asesinó hasta sus últimos días. Claro que el señor Alcaide no se refiere a eso. El señor Alcaide defiende las bondades de un régimen cuartelero, miserable y criminal donde no era necesario ni un Defensor del Pueblo ni un Diputado del Común, ni un Parlamento, ni libertades constitucionales, ni justicia independiente, ni mucho menos las perniciosas elecciones políticas.
Por favor, retiren a este hombre de una vez. Está tan desesperado que pasado mañana es capaz de ponerse a cantar el Cara al Sol.
LEER :
COMENTARIO: ¿ Y POR QUÉ NO DESALOJAN A TODOS LOS PARLAMENTARIOS/AS RESPONSABLES DE LA ELECCION DE ESTE PERSONAJE Y SU MANTENIMIENTO EN EL EL CARGITO ? TODOS/AS SOMOS RESPONSABLES DE ESTE INDIGNO PERSONAJE , RECUERDO A LA FISCALÍA QUE DEBERÍA ESTAR YA IMPUTADO POR XENÓFOBO Y RACISTA .
No hay comentarios:
Publicar un comentario