Todo comenzó con el odio a Gran Canaria, pero empezó a degenerar con los cayucos. Los negros, los moros, el Gran, los ataques a Nivaria y, el colmo, el editorial sobre la tragedia de Barajas. Esta es la crónica de un delirio.
DANIEL MILLET Fue a finales de 2002, coincidiendo con la intensificación de la llegada de inmigrantes en cayuco a Tenerife, cuando los editoriales del periódico El Día empezaron a cobrar tintes xenófobos y racistas, y a generar las primeras denuncias públicas. Hasta ese momento nadie había hecho apenas caso al insularismo infantiloide, quijotesco y por fases apocalíptico que se repetía machaconamente cada vez que el editor-director, José Rodríguez Ramírez, imaginaba cualquier treta de los canariones. Un día los de enfrente se querían llevar el Teide, otro nos querían quitar la universidad, al siguiente tramaban planes para el traslado de esta o aquella oficina...
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COMENTARIO: BRAVO DANIEL MILLET , PERO CRITIQUEMOS A LA FISCALÍA POR NO ACTUAR .... SI SEGUIMOS VILIPENDIANDO A ESTE RACISTA Y XENÓFOBO , LO VAMOS A CONVERTIR EN MARTIR Y LOS MARTIRES SE LES QUIERE.
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