Seis mil velas encendidas en Las Palmas por los inmigrantes muertos en el mar
ERENA CALVO
LAS PALMAS. «Seis mil vidas apagadas, seis mil velas encendidas». Bajo este lema, cientos de personas se congregaron la noche del lunes en la playa de Las Canteras de la capital grancanaria para recordar a los más de seis mil inmigrantes muertos en 2006 durante su travesía hacia las Islas.
En el emotivo acto, al que acudieron distintos colectivos relacionados con la inmigración y grupos de distintas confesiones religiosas, participó Francisco Cases Andreu, obispo de la Diócesis de Canarias, que lamentó la pérdida de miles de personas «intentando cumplir su sueño de conseguir una vida mejor, dejando atrás todo lo que le es familiar: su país, su pueblo, sus amigos y todo su entorno».
Y todo ello, según el obispo de Canarias, «para montarse en un barco y lanzarse a la aventura de poder conseguir, o no, su sueño y quizás, perder, por el camino, su don más preciado: la vida».
Tras encender las velas, iluminando la playa simbólicamente, y la lectura de un manifiesto, se guardó un minuto de silencio por la muerte en los últimos días de nueve subsaharianos; uno de ellos fallecía ese mismo día en el Hospital Insular de Gran Canaria a las pocas horas de alcanzar la isla a bordo de un cayuco.
Después del minuto de silencio, uno de los inmigrantes presentes lanzaba un mensaje: «Somos víctimas, no verdugos».
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1 comentario:
Hermoso doble homenaje: el de las seis mil velas y el tuyo. Saludos.
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