miércoles, 14 de enero de 2009

DERECHOS HUMANOS EN ÁFRICA , TEORÍA Y PRÁCTICA . MBUYI KABUNDA BADI


DERECHOS HUMANOS EN ÁFRICA, TEORÍA Y PRÁCTICA Mbuyi Kabunda Badi
Marina Blanco Nieto. ISEL
Mbuyi Kabunda Badi, licenciado en Ciencias Políticas en la Univer-sidad del Congo, profesor de Relaciones Internacionales, investigador y presidente de la ONG "SODEPAZ", revela en su quinto libro las verdades escondidas del continente africano y algunas intenciones no confesadas. Derechos Humanos en África, Teoría y Práctica, que así lo ha titulado, constituye un testimonio caliente, una denuncia de la ceguera de aquéllos que detentan el poder, una llamada de atención a la conciencia de todos?
El profesor Kabunda lleva a cabo una análisis profundo de la situación a la que se enfrenta la sociedad africana, de los problemas que le acechan y de aquéllos que ya entraña? También hace referencia a las causas que han llevado a esta población a una pauperización extrema, no sólo en lo económico, sino también en lo cultural y político.
El libro se encuentra dividido en cinco capítulos que narran la problemática africana desde la etapa anterior a la colonización hasta nuestros días.
Así, en el primero de ellos ("Los Derechos Humanos en el África Precolonial") establece los principales valores africanos de aquella época, donde imperaba el respeto a los derechos y libertades del individuo no como ser singular, sino dentro de su comunidad, de su grupo. También lleva a cabo un estudio comparado de estos derechos en la Europa Precolonial, poniendo de manifiesto su alejamiento de lo colectivo y su vinculación a lo individual.
"Los Derechos Humanos durante la Colonización" , es el título del segundo capítulo, en el que expone el enfrentamiento entre dos grupos de derechos humanos dispares: los correspondientes a los colonizadores y, por consiguiente, individuales, versus los derechos colectivos de los colonizados. De esta confrontación surge el establecimiento de regímenes absolutistas, la formación de elites dirigentes dictatoriales, la esclavitud, los genocidios o etnocidios y ese permanente enfrentamiento con los países de Occidente. Todo ello supone un desastre social y cultural, una violación descarada de los derechos humanos de esta población y la anulación del africano en todos los sentidos.
En su tercer capítulo trata los derechos humanos después de la colonización, la ruptura entre el Estado y la sociedad civil, la humillación de una sociedad que ahora sufre las consecuencias de un poder ejercido por unos paramilitares (militares y mercenarios), responsables directos de la exterminación de personas y colectividades contrarias al modelo de Estado impuesto por ellos.
El capítulo cuarto lo dedica al Norte de África, a la relación Islam-Derechos Humanos. Mbuyi Kabunda manifiesta cómo aquí la realidad está colonizada por la religión. La referencia religiosa rige el comportamiento político y la ley coránica se convierte en la vara por la que todo se mide. Sin embargo, las Sagradas Escrituras se interpretan de forma interesada por quienes controlan el poder de ese Estado-Religión que ellos mismos han instaurado. Estas capas dominantes oscilan entre los valores adquiridos de Occidente y unos valores tradicionales que no controlan ni asumen plenamente. Todo ello revela la incapacidad de los dirigentes musulmanes para crear una cultura que vele por sus intereses y por los del substrato más hondo de su sociedad. Ésta es una de las causas de la "occidentalitis" que afecta a la mayor parte de los musulmanes y que hace que se difunda el islamismo como reacción oportuna, buscando el reequilibrio de lo desequilibrado.
El último capítulo hace referencia a las legislaciones africanas sobre Derechos Humanos, en las que la Carta de Derechos Humanos de 1949 ha ejercido una gran influencia. Los recientes Estados africanos independientes han adoptado diferentes constituciones que, a pesar de su buena voluntad, sólo ha conducido a "imponer los intereses y privilegios de una minoría o de elites en detrimento de las aspiraciones de las mayorías". Esto se traduce en la instauración del presidencialismo, en la inmunidad de los jefes de Estado o en la presidencia vitalicia frente a la hambruna, la pobreza, la miseria y la esclavitud.
Al final del libro Mbuyi Kabunda incluye una bibliografía específica y una serie de anexos sobre la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, la Declaración Islámica Universal de Derechos Humanos, etc.
La lectura de estas páginas desvela y retrata una lamentable realidad que ya un intelectual palestino, Mutaa Safadi, expresó y sentenció de forma breve y directa: éste es un mundo "en donde sólo el progreso se retrasa y sólo el retraso progresa"?
Quizá África pueda salir adelante y vivir cuando sus habitantes sean conscientes de las divergencias y conflictos que les separan y encuentren juntos los medios para resolverlos? Y cuando la otra parte del mundo, a la que llaman "desarrollado", ayude verdaderamente a la otra orilla a despertar de su letargo con de adecuadas estrategias de desarrollo, sin disfrazar de Programas de Ajuste Estructural sus propios intereses?

No hay comentarios: