El País, T. B., 2009-01-02
Los ciudadanos rumanos y búlgaros pueden trabajar desde ayer por cuenta ajena en España. Termina así la moratoria laboral que les impuso el Gobierno hace dos años, cuando sus países se incorporaron a la Unión Europea (UE). Durante este tiempo, al igual que los demás ciudadanos comunitarios, han podido circular libremente por el país, pero a efectos de contratación han sido considerados inmigrantes.
La decisión de no prorrogar la moratoria, adoptada el pasado 19 de diciembre por el Consejo de Ministros, afecta a unas comunidades que han crecido exponencialmente en los últimos cinco años. El pasado agosto, fecha de la que datan los últimos datos oficiales, residían en el país 715.750 rumanos (eran la primera colonia extranjera) y 143.035 búlgaros.
Para explicar el fin de la moratoria, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, declaró: “El Gobierno entiende que, atendiendo a la situación en que se encuentran Rumania y Bulgaria, inmersas en un crecimiento económico importante, es probable que a medio plazo los flujos migratorios se den un poco al revés”.
No obstante, Corbacho anunció que su departamento hará un balance de la situación dentro de seis meses, por si la medida tuviera algún efecto negativo.
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