Jesús Rodríguez Ortiz de Salazar
Pediatra
24 de septiembre de 2024
Contra el MM
Pateras
Cuando se presenta un niño cara a cara
recién llegado en patera
delante de Europa
se presenta un niño
no se presenta una ideología
no se presenta una bandera
no se presenta una mafia
se presenta un niño que ni tan siquiera pide ayuda
que ni tan siquiera sabe que hace ahí
un niño que está ahí sin saber por qué
que lo único que quiere es que alguien le quiera
no que le rechace
Migran las aves
Migran los peces
Migran las células que nos constituyen
Migran nuestras vidas
Migran los europeos, los americanos, los asiáticos
¿Por que no pueden migrar las personas africanas?
No soporto las pateras.
No soporto que una persona sufra así.
No soporto esta parte de la historia que nos toca vivir.
Empiezo a no soportar ser europeo.
¿Qué miedo nos atenaza?
¿El bendito caos de ayudar al que lo necesita?
¿Es este “el estado de bienestar" que queremos preservar?
¿Qué bienestar es éste?
¿Bienestar para quien?
A mi solo me produce maldito malestar.
Solo habrá bienestar cuando todos estemos lo suficientemente bien.
Tenemos que trabajar entre todos para que las migraciones puedan ser colectivas, que los
niños vengan acompañados de los suyos, de sus familiares, esto se hace hablando entre el país
de salida y el de llegada, ayudando a tener trabajo a los padres y ofreciendo educación a los
niños.
¿Se pueden organizar guerras de la noche a la mañana y no podemos organizar la
emigración?
Tengo esperanzas de que llegue el día en que vayamos con nuestros barcos a los países de
origen a recoger a los inmigrantes y se acaben las pateras.
Y que acabemos construyendo un puente entre Europa y África, me sentiré orgulloso de ser
europeo.
Así sí que entraremos de verdad en "estado de bienestar" nos sentiremos mejor todos.
El otro estado de bienestar es falso.
nota:
El autor es un prestigioso y veterano pediatra bilbaíno, JESUS RODRIGUEZ ORTIZ DE SALAZAR.
Por sus manos y por su fonendo han pasado miles de niños.
Es un ser de luz que piensa mucho, se preocupa más, y lo expresa con exquisita sensibilidad.
Un abrazo
Javier Galparsoro
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