El Correo, Rezki Soukehal Bou-Nadja, 2009-04-07
Soy un argelino, con más de 19 años de vida en este país, y quiero denunciar el mal trato y discriminación que sufro por parte de la Policía. El último capítulo me sucedió el 16 de febrero en el aeropuerto de Bilbao. Cuando regresaba de un viaje vacacional a Túnez, en el control aduanero sufrí el desprecio y la humillación por parte de la Guardia Civil, que en su registro de mi equipaje, además de obligarme de malos modos a comer unos dulces que traía de regalo, al recriminarle su actitud burlesca, sólo recibí gritos y frases racistas como ‘Si te tratan mejor en tu tierra, quédate allí’. Mientras permanecí callado el agente continuó gritándome. Al contestarle que soy ciudadano español y ver mi pasaporte español, parece ser que esto le molestó aún más, siguiendo con su actitud ofensiva. Esta misma situación no es la primera vez que me sucede, ya que donde vivo (San Sebastián), ya sea por la Policía Nacional o por la Ertzaintza, he debido aguantar otros tratos igual de humillantes, soportando comentarios racistas, como ‘Tú no tendrás nunca derechos aquí por tu origen y tu cultura’. No soy ningún delincuente ni tengo ningún expediente con la Justicia, pero siento que estoy condenado de por vida por parte de los funcionarios que representan al Estado y que deberían estar al servicio de todos sus ciudadanos.
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