El problema de la inmigración ha llegado a Candás, pero no en forma de pateras y cayucos, sino a través de Beli Prieto, una jubilada candasina que en 1999 decidió dejar atrás una vida cómoda para asentarse en Fuerteventura, concretamente en el municipio de Tuineje, y ayudar en labores humanitarias. Cruz Roja o Cáritas, todas las asociaciones de voluntariado son pocas para ella, que centra su labor en la recogida de ropa y alimentos para la atención inmediata. Nadie mejor que ella conoce la terrible situación en la que llegan a diario cientos de africanos. Beli está al pie del muelle, en la atención primaria, e incluso en las casas de los que, por suerte, han podido establecerse. A su lucha se ha sumado parte del pueblo de Candás, que el pasado verano aportó unas cinco mil camisetas «de la talla más grande», dice Beli, quien encuentra en el tamaño el mayor problema. «Calzan un número muy grande y encontrarles unas zapatillas para su pie es costoso», señala.
COMENTARIO: ESTOS NEGROS SON GRANDES EN TODO
VIVE LA VIDA A TU MANERA Y TEN LA DELICADEZA DE PERMITIRLES LO MISMO A LOS DEMÁS.
ENHORABUENA BELLI PRIETO , SI TE TUBIERA DELANTE FÍSICAMENTE TE DABA UN ETERNO ABRAZO, POR EL MOMENTO TE MANDO MI ADMIRACIÓN POR TU DEDICACIÓN A NUESTROS AMIGOS LOS AFRICANOS. UN BESO , PARA TI TAMBIEN QUE ME LEES DIARIAMENTE
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