martes, 27 de febrero de 2007

LA ASOCIACION PRO DERECHOS HUMANOS DE ANDALUCIA DENUNCIA AL GOBIERNO ESPAÑOL POR VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS ( MARINE I)

Marine I
El gobierno español responsable de la violación de los derechos humanos
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Teléfono 954536270
Fax 954534086
andalucia@apdha.org
www.apdha.org

La situación y desesperación en la que se encuentran los pasajeros del Marine I demuestra lo grave de las actuaciones del gobierno de España, que prioriza la aplicación de sus políticas migratorias hiperrestrictivas que en respetar los derechos fundamentales de las personas.
Creemos que la actuación del gobierno español con las personas que viajaban en el buque Marine I ha vulnerado la legalidad española e internacional y los derechos humanos, acudiendo además al burdo mecanismo del fraude de ley y de la arbitrariedad prohibidas en nuestro ordenamiento jurídico.
Tras acudir en socorro del buque que se encontraba en aguas de Senegal en cumplimiento de lo establecido en el “Convenio Internacional sobre búsqueda y salvamento marítimos (SAR)” de 1979, el resto de la prescripciones legales al respecto han sido obviadas.
El convenio establece que “sean cuales fueren la nacionalidad o la condición jurídica de dichas personas o las circunstancias en que éstas se encuentren" se deberá "prestarles los primeros auxilios médicos o de otro tipo y trasladarlas a un lugar seguro". Pero esto no se hizo. El buque fue trasladado a las inmediaciones de la costa de Mauritania, permaneciendo los viajeros en él desde el 30 de Enero hasta el 12 de febrero, sin las condiciones mínimas indispensables, y sin que hasta el día 12 nadie subiera al buque para asistirles, siéndoles suministrada la comida por medio de cabos.
Un lugar seguro es un sitio en el que se considera que han finalizado las operaciones de salvamento y ya no está amenazada la vida y la seguridad de los supervivientes, pudiendo atenderse sus necesidades mínimas, hasta su traslado hasta su destino.
Ahora bien Mauritania no ha firmado el convenio SAR y es un país repetidamente denunciado por la sistemática violación de derechos humanos.
El gobierno español mandó cuatro aviones (dos de ellos militares) para las “repatriaciones” y cuando finalmente se hizo desembarcar a los viajeros, estos lo hicieron fuertemente custodiados por policías españoles y fuerzas armadas mauritanas y recluidos en un viejo almacén de pescado del puerto, similar a las barracas de los campos de concentración.
La policía española fue la encargada de interrogarles y privarles de libertad - pese a que no encontrarse en territorio español y no ser ciudadanos españoles- y comenzó las gestiones para hacerles salir de Mauritania. Aparte del hecho de portar armas nada avala el derecho de la policía española para interrogar y participar en la privación de libertad de estas personas, lo que se hizo sin cumplir ninguna de las garantías de asistencia jurídica y de interpretación previstas en la legislación española. Es decir fueron privados totalmente de abogados e intérpretes, y sin lectura de derechos garantías reconocidas en el ordenamiento jurídico español y en los convenios sobre derechos humanos, y todo ello se realizó utilizando el engaño, y el abuso, para hacerles creer que serian trasladados a España.
Durante estos días el derecho a solicitar asilo y refugio estuvo severamente limitado por las dificultades que encontraron por parte de Mauritania los representantes del ACNUR (ya a que eran un equipo muy pequeño sin posibilidades de atender a las 369 personas) y solo finalmente 22 inmigrantes de Birmania, 10 de Sri Lanka y 3 de Afganistán fueron trasladados a Canarias, existiendo serias dudas sobre la información y asesoramiento que se proporcionó al resto.
Las personas de origen presuntamente africano tras un rocambolesco viaje hacia Guinea Bissau (que denegó el permiso para aterrizar al avión, y tras horas de dar vueltas la aeronave por la negativa de autorización para el aterrizaje de vuelta en Mauritania) son deportadas colectivamente a Cabo Verde país del que no son originarias, ni es de donde ha partido el barco, si no simplemente el país al que el gobierno español ha podido comprar.
Las personas trasladadas a Cabo Verde se encuentran desde entonces privadas de libertad en dicho país, quien sabe en base a que, ni en que condiciones, ni con que amparo judicial ya que han sido llevadas contra su voluntad y encarceladas y no se ha permitido que les asista un abogado de la Comisión Española de Apoyo al Refugiado. También el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) llamó la atención sobre la imposibilidad de ponerse en contacto con este grupo.
Se baraja (según un acuerdo firmado por Guinea, Mauritania y España) su traslado a Guinea Conakry que en estos momentos sufre una grave inestabilidad social y política, y en el que ha sido decretado el estado de sitio. Las autoridades militares y la policía, con esta excusa aterrorizando a la población y actuando como 'vulgares delincuentes' según denuncian Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW). El traslado a Guinea Conakry en estas condiciones vulneraría la Declaración Universal de Derechos Humanos y como advierte CEAR el Convenio Europeo de Derechos Humanos, que en su artículo 3 y en el Protocolo Adicional III a dicho convenio, establece que ninguna persona puede ser devuelta a un país donde corra riesgo de ser sometida a tratos inhumanos, crueles o degradantes, y la Convención de la ONU contra la Tortura, que establece que no podrá haber expulsión, devolución o extradición de una persona a un Estado en el que haya violaciones de derechos humanos y en el que por tanto esa persona pueda estar en peligro de ser sometida a tortura.
Las otras 299 personas permanecen privadas de libertad en condiciones infrahumanas y degradantes desde el día 12, hacinados en el almacén de pescado en el que fueron encerrados, en el que se les obliga a permanecer sentados y/o tumbados, alimentados con frecuencia a base de bocadillos y en condiciones que han levantado serias protestas por parte de las organizaciones que les atienden, como ha denunciado la Media Luna Roja los aseos del hangar "están atascados, el techo está agujereado y hay un olor insoportable que se propaga por todo el lugar", mientras por televisión se les muestra haciendo gimnasia o viendo películas. Tanto es así que ayer la media Luna Roja decidió no asistir a los detenidos en protesta por las condiciones en que estaban.

El responsable de este cúmulo de violaciones de derechos humanos y de actuaciones al margen de la legalidad española e internacional es el gobierno español, autor material e intelectual del resultado y cooperador necesario de la situación de continuada ilegalidad a la que se hayan sometidos y del trato que están padeciendo y que está actuando como si se tratara, no de seres humanos, si no de objetos desechables, contaminantes y peligrosos.

Ante todo ello, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, reclamamos:

1.- El inmediato traslado de las personas que permanecen en Mauritania y de las que fueron trasladadas a Cabo Verde a territorio español, reconociendo que están bajo responsabilidad española y por tanto bajo su custodia y jurisdicción.

2.- Que se les apliquen las garantías propias del Estado de derecho y que se proteja sus derechos humanos y básicos, a la vida, a la integridad física y moral, a no ser sometidos a tratos inhumanos y degradantes, a solicitar asilo, a la tutela judicial efectiva y a gozar de situación de libertad con asistencia jurídica y de defensa a todos los efectos.

4.- Que se depuren responsabilidades entre los responsables políticos de la desatinada gestión y se aclaren el origen y destino de las contrapartidas económicas que adecuan las voluntades de los dirigentes políticos extranjeros a estas descabelladas maniobras.

6.- Que se produzca la intervención del fiscal general del Estado para una exhaustiva investigación y depuración de los hechos presuntamente delictivos que hayan podido cometer las diversas autoridades del gobierno español, en sus distintos escalones jerárquicos.

7.- Que no se repitan actuaciones que vulneren derechos humanos ni se opere al margen de la legalidad exportando el control de la inmigración a países sin garantías, eludiendo el marco legal y dando un tratamiento denigrante a persona alguna, bajo ningún tipo de excusa, como la ridícula esgrimida en este caso de la presión migratoria que suponen 369 personas.

Por último la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía hacemos un llamamiento a la sociedad para no permanecer indiferente ni consentir que el gobierno español cometa estas tropelías, no admitiendo que se actúe ignorando los principios éticos en base a intereses electorales.

Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía
22 de febrero de 2007

1 comentario:

A.Quintana dijo...

He intentado popularizar el contenido de este documento en una reflexión titulada BARCOS CHATARRA, publicada en el blog http://bajomilenguaje.blogspot.com/, y que aparece tambien en www.infonortedigital.com y www.archipielagonoticias.com
Saludos, A Quintana