EXTRANJERÍA Y DELINCUENCIA (I): LAS PALABRAS MÁGICAS
Hay afirmaciones que estamos inclinados fuertemente a creer; nuestros más selectos prejuicios sólo necesitan algunos indicios para sustentarse, indicios a los que a menudo nos agarramos casi desesperadamente para poder confirmar cuanto antes nuestras sospechas y así tranquilizar nuestro espíritu.......
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Ya hemos hablado suficientemente del "contrato de integración". Pero no es el único ensalmo que se ha recitado en el circo electoral al que últimamente asistimos. Un buen ejemplo de lo que estamos diciendo pueden ser las declaraciones que hace poco emitió Esperanza Aguirre. Como saben, es del mismo partido que Rajoy, pero hay que aclarar que no se trata de un problema que afecte exclusivamente al PP (aunque se está luciendo últimamente) o a los partidos políticos. Los políticos recogen -interesadamente- el discurso que antes hemos oído en la calle y la calle somos todos. No importa tanto el espectáculo de la campaña electoral como el problema que hay de fondo y que persistirá cuando se marche el circo. ¿Qué fue lo que dijo?
"[...] nada tienen que ver los inmigrantes con los delincuentes, (como digo), la mayoría de los inmigrantes vienen aquí a trabajar, pero es verdad que vienen extranjeros a delinquir porque es verdad que es muy barato delinquir en España".
Vale, nada tienen que ver los inmigrantes con los delincuentes, pero entonces ¿a qué viene sacar el tema? Pues al parecer, estaba contestando a una pregunta sobre por qué había aumentado (supuestamente) la inseguridad ciudadana en los últimos meses en la Comunidad de Madrid. Para "salir del paso" sin plantearse con más profundidad las cosas, lo más fácil es invocar el fantasma del extranjero delincuente, que todos reconocemos inmediatamente en el fondo de nuestras vísceras, sobre todo en estos tiempos interesantes. El mensaje subterráneo -supongo que no pretendido por la Presidenta, pero el efecto es el mismo que si lo pretendiera- es el trasvase de los "pecados" de la sociedad hacia el chivo expiatorio del extranjero. Para conseguir esto sin negar la mayor de la migración, hay que establecer una simpática dicotomía entre el "inmigrante bueno", el que trabaja (adviértase el énfasis en el papel productivo) y el "extranjero malo", el que "viene aquí a delinquir porque es barato en España".
"[...] nada tienen que ver los inmigrantes con los delincuentes, (como digo), la mayoría de los inmigrantes vienen aquí a trabajar, pero es verdad que vienen extranjeros a delinquir porque es verdad que es muy barato delinquir en España".
Vale, nada tienen que ver los inmigrantes con los delincuentes, pero entonces ¿a qué viene sacar el tema? Pues al parecer, estaba contestando a una pregunta sobre por qué había aumentado (supuestamente) la inseguridad ciudadana en los últimos meses en la Comunidad de Madrid. Para "salir del paso" sin plantearse con más profundidad las cosas, lo más fácil es invocar el fantasma del extranjero delincuente, que todos reconocemos inmediatamente en el fondo de nuestras vísceras, sobre todo en estos tiempos interesantes. El mensaje subterráneo -supongo que no pretendido por la Presidenta, pero el efecto es el mismo que si lo pretendiera- es el trasvase de los "pecados" de la sociedad hacia el chivo expiatorio del extranjero. Para conseguir esto sin negar la mayor de la migración, hay que establecer una simpática dicotomía entre el "inmigrante bueno", el que trabaja (adviértase el énfasis en el papel productivo) y el "extranjero malo", el que "viene aquí a delinquir porque es barato en España".
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