Sociedad La aprobación el pasado miércoles de la Ley de Memoria Histórica en el Congreso de los Diputados y otras reformas legales tienen una consecuencia que, sorprendentemente, aún no ha trascendido: entre 100.000 y 200.000 hijos o nietos de canarios que emigraron al extranjero, según diversas estimaciones, podrán obtener la nacionalidad española sin necesidad de haber nacido en el Archipiélago y, por tanto, podrán asentarse en las Islas con todos los derechos y obligaciones.
DANIEL MILLET Apenas se ha hablado o escrito sobre el asunto en Canarias, pero muchas personas vinculadas a las asociaciones de emigrantes isleños llevan meses esperando la confirmación y debatiendo sobre el nuevo horizonte que se abre en España. La aprobación el pasado miércoles de la Ley de la Memoria Histórica en el Congreso de los Diputados y otras reformas legales contienen esa sorpresa que aún no ha saltado incomprensiblemente al candelero: entre 100.000 y 200.000 hijos o nietos de canarios que emigraron al extranjero, según diversas estimaciones, podrán obtener la nacionalidad española sin necesidad de haber nacido en el Archipiélago y, por tanto, podrán asentarse en las Islas con todos los derechos y obligaciones.
Esta regularización masiva es un viejo anhelo de los colectivos de emigrantes españoles disgregados por todo el mundo, pero, además, encierra un sinfín de connotaciones, algunas incluso políticas. Coalición Canaria clama contra una hipotética sobrepoblación y contra sus incidencias sobre un territorio limitado (Paulino Rivero, presidente del Gobierno regional, aseguró el pasado sábado 27 que el incremento de habitantes ha creado "una sensación de agobio"), al mismo tiempo que votaba a favor de la Ley que abrirá la posibilidad de que se produzca una verdadera oleada de nuevos canarios.
Mientras, los consulados y las casas de las diferentes comunidades de emigrantes españoles se preparan para el aluvión de solicitudes, sobre todo en aquellas que se encuentran en países con un desarrollo deficitario, que aglutinan la mayor cantidad de retornados potenciales.Esta apertura de puertas está facilitada por varias modificaciones legales. La más importante es la Ley de Memoria Histórica, que recoge en uno de sus apartados: "La presente ley amplía la posibilidad de adquisición de la nacionalidad española a los descendientes hasta el primer grado de quienes hubiesen sido originariamente españoles. Con ello, se satisface a la emigración española, que incluye a los descendientes hasta el segundo grado de quienes perdieron la nacionalidad española por exilio, a causa de la Guerra Civil o la dictadura". Es decir, los descendientes de emigrantes, y los hijos y nietos de exiliados en particular, podrán obtener la nacionalidad española sin necesidad de que sus progenitores hubieran nacido en España, tal y como hasta ahora exigía la ley. Sólo esta medida afectará, según estimaciones del Estado, a un millón de personas.
Pero hay más. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, anunciaba el pasado mes de abril que el Gobierno va a modificar la legislación vigente para que los hijos o nietos de españoles y españolas emigrantes tengan los mismos derechos. Hasta el momento, las mujeres españolas emigrantes, "fruto de la triste historia franquista", no transmitían los mismos derechos que los hombres, dado que sus descendientes tienen muchas más dificultades para lograr la nacionalidad española. Por ello, Caldera ha anunciado la reforma del Código Civil para poner fin a esta "discriminación" con el objetivo de "conseguir la igualdad real" también para los españoles que viven fuera del país, una reforma que tendrá, además, carácter retroactivo. Además, el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, cuyo anteproyecto fue aprobado el pasado año y no entrará en vigor en principio hasta el inicio de la próxima legislatura, reforzaría estas y otras políticas para, siempre según sus promotores socialistas, mejorar las condiciones de los nacionales que en algún momento se tuvieron que marchar, sobre todo en los años oscuros del franquismo.
Recién llegado a su cargo, Moisés Plasencia, viceconsejero de Emigración y Cooperación del Gobierno de Canarias, reconoce que ya ha comenzado los contactos para preparar todo el proceso, que se abrirá en 2009 una vez que la propia Ley de la Memoria Histórica estableciera un año de adaptación de las oficinas y casas españolas en el exterior. "Coalición Canaria votó a favor porque era un anhelo de los emigrantes. Esto se barajó precisamente como uno de los factores que nos hicieron respaldar la Ley de la Memoria Histórica. Como fuerza política nacionalista, aspiramos a que Canarias, después de ser una buena madre, se convierta también en una buena abuela", explica en su despacho en Santa Cruz de Tenerife.
COMENTARIO : OJO CON CREAR ALARMA SOCIAL . MILLET TU QUE TANTO CRITICAS AL DÍA QUE NO SE TE VAYA LA PINZA ... UN SALUDO CORDIAL . ACTUALMENTE HAY MILLONES DE PERSONAS CON NACIONALIDAD ESPAÑOLA REGADOS POR EL MUNDO Y POR NO TENER RECURSOS NI VINCULOS FAMILIARES EN LAS ISLAS Y RESTO DE ESPAÑA NO RETORNAN. EL HECHO DE QUE HAYA SIDO APROBADA ESTA LEY QUE ENCIMA ENTRARIA EN VIGOR EN EL 2009 NO SIGNIFICA QUE TODOS LOS QUE OPTEN POR LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA QUE NO SERÁN NI LA MITAD DE LOS 100.000 QUE DICEN NO VENDRÁN A PASARLAS CANUTAS A CANARIAS.
SEA LO QUE FUERA , FUERA LAS EXCLUSIONES POR RAZON DE NACIONALIDAD .
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