Noticia("20071107 0731")
07/11/2007 07:31
Antonio Navarro Amuedo. “Ha encontrado la estabilidad emocional que necesitaba en Sevilla y afronta su futuro profesional y personal aquí. Pero había sufrido mucho en su país”, confiesa Lourdes Navarro, abogada de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado de Andalucía al referirse a B.B., un transexual argelino de 32 años, cuya libertad dejó de correr peligro el pasado lunes. El Gobierno español acaba de conceder asilo por razones de identidad sexual a este joven que se vio obligado a abandonar su Argelia natal, donde había sido perseguido y juzgado por su condición sexual. En este país árabe, la homosexualidad está penada hasta con tres años de cárcel.
El joven comenzó solicitando asilo en Ceuta, donde inició su colaboración con colectivos de homosexuales y contactó con los servicios jurídicos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que comenzó a trabajar en su caso. El transexual argelino denunció que sufría discriminación social y laboral en su país de origen.
Tras su estancia en la localidad norteafricana, B.B. llegó a Sevilla, donde reside desde hace un año y medio. En la capital sevillana, además de proseguir los trámites de solicitud de asilo gracias a la ayuda de la CEAR de Andalucía, el transexual argelino prosiguió durante meses la colaboración con grupos de gays y lesbianas radicados en Sevilla.
Esta labor, además de los informes preparados al efecto, sirvió para acreditar su petición. “La solicitud de asilo se basa en pruebas e indicios de la existencia de una persecución. Nosotros respaldamos un informe jurídico de apoyo a las pretensiones del refugiado que se tienen en cuenta para la instrucción del expediente”, detalló la abogada de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado en Andalucía.
El Gobierno de España aplicó para resolver la solicitud del joven la reciente Ley de Igualdad a la Ley de Asilo vigente en España, que prohíbe cualquier discriminación por razones de identidad sexual. “La nueva norma ha sido muy importante para obtener el asilo, pues, aunque en la práctica se estaba dando protección de forma puntual en virtud de la Convención de Ginebra sobre el estatuto de los refugiados, ahora existe una cobertura legal práctica que permite que no haya que acudir al grupo sexual”, explicó la letrada Lourdes Navarro.
Según aseguró a este diario la abogada de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado de Andalucía, el joven argelino dispondrá de cinco años de residencia y trabajo en España, sin ningún tipo de limitación geográfica, merced al principio de no devolución en que se basa el derecho al asilo.
Este periodo, según confirmó Navarro, cuenta con la posibilidad de ser renovado. “Actualmente, el chico se encuentra buscando trabajo en Sevilla. Ha dejado atrás un gran agobio e incertidumbre”, añadió la abogada.Según aseguró ayer la letrada que ha llevado el caso del transexual argelino de 32 años, ésta ha sido una de las escasas situaciones en las que un inmigrante recibe asilo en nuestro país por motivos de género.
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