«¿A quién le echarían la culpa de todo si no hubiera inmigrantes?»
«Nadie tiene interés en solucionar el problema porque el problema es la solución: mano de obra disponible»
Manuel Delgado Ruiz, ayer, en el Aula Magna de la Universidad.
MULTIMEDIA
MANUEL DELGADO RUIZ PROFESOR DE ANTROPOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA
«Nadie tiene interés en solucionar el problema porque el problema es la solución: mano de obra disponible»
Manuel Delgado Ruiz, ayer, en el Aula Magna de la Universidad.
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MANUEL DELGADO RUIZ PROFESOR DE ANTROPOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA
Marta PÉREZ
Manuel Delgado Ruiz participó ayer en las jornadas que organiza el Instituto de Estudios para la Paz y para la Cooperación sobre inmigración social. El profesor de Antropología de la Universidad Autónoma de Barcelona ofreció una ponencia en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo sobre los procesos migratorios en el marco de este congreso. -Su conferencia es introductoria: los procesos migratorios, el inmigrante antes de entrar en contacto con la sociedad receptora.
¿Las causas del fenómeno son importantes para abordar la integración social? -Desde que el mundo es mundo los flujos migratorios están ocasionados por dos tipos de necesidades, las de la sociedades que generan los flujos y las de las sociedades que los atraen. En el caso europeo, la causa determinante son los requerimientos del mercado de trabajo, que reclaman la presencia de una mano de obra masiva y eventualmente maltratable.
-La inmigración se ha convertido en uno de los grandes temas de interés público: genera debates, conflictos y propuestas políticas.
-Se ha colocado en el centro del interés público como si se tratase de la causa de una emergencia nacional. El problema son los usos que recibe con frecuencia como espectáculo mediático, cuya función básicamente es asegurar que esos flujos migratorios se producen y pueden estar sometidos a las condiciones a las que están sometidos.
-Pocos no habrán visto hace un par de semanas las imágenes de un joven agrediendo a una chica ecuatoriana en el tren en Barcelona -Se trata de alimentar el gran espectáculo del racismo, que es básicamente la consecuencia de la actividad perversa de individuos aislados o grupos minoritarios que pueden ser controlados e incluso castigados legalmente. -Usted es colaborador de «La Ventana» en la Cadena Ser, lo que le permite ver las cosas también desde dentro...
(...)
De todos estos conflictos, ¿cuál es el que más le preocupa?-
Acabamos de saber que cincuenta personas han muerto de hambre al intentar llegar a Canarias. Nosotros, que tuvimos que escandalizarnos tanto ante la existencia de un vergonzoso muro en Berlín, somos responsables ahora de muros en Ceuta y Melilla. Está muriendo mucha más gente de la que moría por querer huir del Berlín oriental.
-¿Cuáles son, entonces, las políticas acertadas?-
Las leyes en España no existen para la inmigración. Sí existen leyes de extranjería, que fomentan la ilegalidad. Nos interesa que sea así, porque garantiza que una gran masa de trabajadores va a estar disponible para cualquier cosa. No hay nada que se abandone al azar. Nadie tiene ningún interés en solucionar el problema porque el problema es la solución. ¿A quién le echarían la culpa de todo si no hubiera inmigrantes?
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