"¡Oukaf, poulis!", "¡alto, policía!"
Acentos inmigrantes en la policía de Fuenlabrada
F. JAVIER BARROSO - Madrid - 26/05/2008
Prefieren no salir en la foto. Ni que se les identifique. Les gusta pasar inadvertidos. Pero son una clara excepción dentro de las policías locales de la región. Son los cuatro hijos de inmigrantes que desde hace años forman parte de la Policía Local de Fuenlabrada (193.400 vecinos, 26.000 inmigrantes). Aquí, además de castellano, se habla el árabe y el guineano.
"A los que más les asombra mi color es a los propios negros", dice un agente
Acentos inmigrantes en la policía de Fuenlabrada
F. JAVIER BARROSO - Madrid - 26/05/2008
Prefieren no salir en la foto. Ni que se les identifique. Les gusta pasar inadvertidos. Pero son una clara excepción dentro de las policías locales de la región. Son los cuatro hijos de inmigrantes que desde hace años forman parte de la Policía Local de Fuenlabrada (193.400 vecinos, 26.000 inmigrantes). Aquí, además de castellano, se habla el árabe y el guineano.
"A los que más les asombra mi color es a los propios negros", dice un agente
Los dos primeros en ingresar fueron F. M., y S. M., ambos de 31 años. Llevan tres años en el cuerpo. "Me metí por vocación. Estudié hasta segundo de BUP, pero no quise seguir. Antes trabajé en mantenimiento de edificios y como calefactor", explica F. M., cuyos padres son marroquíes, pero llevan viviendo en España más de 40 años. Su compañero, S. M., ha vivido a caballo entre Damasco (Siria) y Madrid. Su madre es palestina. "Estudié hasta segundo de ingeniería aeronaútica, pero tuve que dejarla porque es muy cara".
Jorge llama la atención por ser mulato. Su padre es de Guinea Ecuatorial, pero él ha nacido y ha vivido toda su vida en España. Asegura que se metió en la policía, donde lleva un año y medio, tras "un largo camino de trabajo y estudios". Se sacó la licenciatura de Derecho en la Universidad Complutense y eso le animó a meterse a policía.
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