viernes, 5 de septiembre de 2008

LA OTRA ORILLA . JUAN MANUEL PARDELLAS . LOS NIÑOS


«Es importante que la consejera le aclare al ministro que ella no entiende de cifras y que cada uno de los muertos y cada niño que hoy la acompañan tienen un nombre, una familia y merecen muchísimo más respeto»
La consejera de Bienestar Social del actual Gobierno canario se entrevistará hoy con el ministro de Inmigración. La consejera canaria carga sobre sus espaldas los últimos 14 sueños rotos de jóvenes africanos, pero ya no le bastan las palabras cargadas de buenas intenciones que los titulares de la actualidad dejarán en un breve al finalizar la jornada. Desde 1994 llegan a estas islas barcas cargadas de la mejor generación africana de toda la Historia, de sus jóvenes más fuertes. Muchas de estas vidas, incluidos los bebés concebidos en el desierto voluntaria o violentamente, se han estrellado desde entonces (hace 14 años!!!!) cada mes, contra las pedregosas piedras de nuestras costas. Acaban de instalar un blindaje electrónico de 6 millones de euros en Lanzarote, adonde no llegan barcas desde hace años. Urge una política inteligente de visados e instrucciones precisas para que nuestros diplomáticos no vean en cada joven africano a un delincuente. No hemos entendido nada, sólo que la gente busca donde mejor cree que puede ganarse la vida y que, en ello, invierte lo único que a veces le queda: su propia vida. La consejera canaria, la única que le ha demostrado a su presidente que un negro no es un souvenir para hacerse la foto antes de las elecciones, sino un igual con muchos más derechos de los que él cree, llega hoy a Madrid con el fétido olor de los últimos 14 cuerpos incrustados, doblados, amortajados en el fondo del penúltimo cayuco (anoche llegaban otros 70 a Tenerife). ¿Cuánto vale la vida de estos jóvenes? Pero también lo hace acompañada de 1.300 niños y adolescentes de 9 a 17 años que, sobre todo con voluntarismo y buenas intenciones, cobijan los dispositivos de emergencias y los siete cabildos. Inés Rojas le presentará a Corbacho su proyecto para que familias canarias puedan acoger a estos chicos, sobre todo empezando por los 60 niños cayuco de 9 a 13 años.
.
En una comunidad que escolariza a más de 350.000 hijos es insultante que alguien diga que no cabe un solo niño más. A 10 por municipio, ya habríamos encontrado acomodo más digno para 800. Pero sí es importante que la consejera le aclare al ministro que ella no entiende de cifras y que cada uno de los muertos y cada niño que hoy la acompañan tienen un nombre, una familia y merecen muchísimo más respeto.

No hay comentarios: