El gobierno de Raúl Castro estaría a punto de dar a conocer una reforma migratoria integral que simplificará los trámites de entrada y salida del país para los ciudadanos cubanos.
Según fuentes consultadas por el diario El País, la flexibilización en materia de migración ya estaría decidida por el gobierno cubano, que ya comenzó a levantar varias de las prohibiciones que regían durante el mandato de Fidel, como la autorización de utilizar celular o de comprar computadoras y otros electrodomésticos.
Con respecto a la reforma migratoria, no está claro todavía si los cambios se implementarán todos al mismo tiempo o si la entrada y salida del país se irá flexibilizando gradualmente.
La cuestionada tarjeta blanca, el permiso que deben obtener los cubanos para viajar al exterior, desaparecería por completo, con algunas excepciones (a médicos y estudiantes universitarios recién recibidos se les seguiría exigiendo la tarjeta para salir de la isla).
Otra de las reformas eliminaría la necesidad de presentar la “carta de invitación” como parte de la documentación necesaria para el viaje.
En su discurso de asunción, el 24 de febrero pasado, Raúl Castro anunció la eliminación inmediata de algunas prohibiciones “sencillas”, pero reconoció que otras más complejas –como la reforma migratoria- llevarían más tiempo porque implican modificaciones en la legislación.
Además, acusó a Washington de utilizar las prohibiciones y el tema migratorio para hacer propaganda contra Cuba.
En diciembre pasado, en un discurso ante el Parlamento, el entonces vicepresidente había sido aún más jugado: había criticado con dureza algunas de las prohibiciones que rigen en la isla y había afirmado que muchas de ella habían sido “superadas por la vida”.
"Detrás de cada prohibición incorrecta búsquese un buen número de ilegalidades", dijo.
Según fuentes consultadas por el diario El País, la flexibilización en materia de migración ya estaría decidida por el gobierno cubano, que ya comenzó a levantar varias de las prohibiciones que regían durante el mandato de Fidel, como la autorización de utilizar celular o de comprar computadoras y otros electrodomésticos.
Con respecto a la reforma migratoria, no está claro todavía si los cambios se implementarán todos al mismo tiempo o si la entrada y salida del país se irá flexibilizando gradualmente.
La cuestionada tarjeta blanca, el permiso que deben obtener los cubanos para viajar al exterior, desaparecería por completo, con algunas excepciones (a médicos y estudiantes universitarios recién recibidos se les seguiría exigiendo la tarjeta para salir de la isla).
Otra de las reformas eliminaría la necesidad de presentar la “carta de invitación” como parte de la documentación necesaria para el viaje.
En su discurso de asunción, el 24 de febrero pasado, Raúl Castro anunció la eliminación inmediata de algunas prohibiciones “sencillas”, pero reconoció que otras más complejas –como la reforma migratoria- llevarían más tiempo porque implican modificaciones en la legislación.
Además, acusó a Washington de utilizar las prohibiciones y el tema migratorio para hacer propaganda contra Cuba.
En diciembre pasado, en un discurso ante el Parlamento, el entonces vicepresidente había sido aún más jugado: había criticado con dureza algunas de las prohibiciones que rigen en la isla y había afirmado que muchas de ella habían sido “superadas por la vida”.
"Detrás de cada prohibición incorrecta búsquese un buen número de ilegalidades", dijo.
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