LOS MENORES EXTRANJEROS NO ACOMPAÑADOS ACOGIDOS EN LAS ISLAS SE QUEDAN SIN PAPELES TRAS CUMPLIR LA MAYORÍA DE EDAD .

Los menores inmigrantes acogidos en las Islas se quedan sin papeles tras cumplir la mayoría de edad
Las administraciones se acusan mutuamente de este incumplimiento de la ley


J. NARANJO / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Un centenar de menores inmigrantes que estaban acogidos en los centros canarios y cumplieron la mayoría de edad en los últimos doce meses han tenido que salir de estos centros sin sus papeles y se han visto, de repente, en situación irregular y sin poder trabajar, pese a que la legislación establece que todos ellos tienen derecho a su documentación desde que cumplen los 18 años.

En este tema, como en tantos otros, las administraciones regional y del Estado se acusan mutuamente de no estar haciendo los deberes, pues la primera debe solicitar los permisos y la segunda concederlos.

Cuando un inmigrante llega a Canarias y se sospecha que puede ser menor de edad, se le hace una prueba ósea de la muñeca que determina su edad. Aquí ya empiezan los problemas, porque esta prueba tiene un margen de error de hasta cinco años arriba o abajo, dándose el caso de jóvenes de 21 ó 22 años a los que se atribuye una edad de 16 ó 17 y logran así esquivar la repatriación.

Los menores son llevados a centros de acogida, desde donde se inicia el expediente para su reagrupación familiar. Sin embargo, este trámite no suele prosperar por las enormes dificultades para contactar con las familias y seguir el procedimiento establecido legalmente.

Pasados 9 meses, siendo aún menores de edad, adquieren la residencia legal bajo la tutela y custodia del Gobierno canario.

Aquí surge otro conflicto. Según la subdelegada del Gobierno en Las Palmas, Laura Martín, "el Gobierno canario debe pedir este permiso de residencia para los menores y no lo está haciendo en el 50% de los casos.

Y la Administración no puede actuar de oficio".Este permiso de residencia expira el mismo día en que el menor cumple los 18 años.

Antes, debe iniciarse el trámite para conceder un nuevo permiso de residencia, ya como adulto, a los chicos. Sin embargo, la falta de diálogo y de un procedimiento claro entre las instituciones implicadas han acabado convirtiendo el trámite en un ir y venir de papeles que suele terminar en que el menor cumple los 18 años y se ve fuera de los centros de acogida y sin papeles para residir legalmente.

La ONG que gestiona el centro eleva una solicitud al Cabildo; éste, a su vez, la envía al Gobierno canario, donde tras pasar por cuatro registros de entrada, es derivada a la Administración del Estado.

Un técnico experto en Menores asegura que pasan al menos tres meses hasta que llega a su destino y "la mayoría de las veces, entre tanto ir y venir de un lado a otro, se pierde la foto porque va agarrada con un clip para no estropearla. Entonces debe regresar otra vez al punto de partida y pasan otros tres meses". Mientras desde el Gobierno canario aseguran que la responsabilidad de esta situación recae sobre la Delegación del Gobierno en Canarias, que no tramita los expedientes, la Administración del Estado responde que es el Gobierno canario quien no remite las solicitudes.

En esta situación se encuentran al menos un centenar de menores inmigrantes que cumplieron la mayoría de edad en el presente año 2007, muchos de ellos llegados en el año 2006, año en que llegaron a las Islas nada menos que un millar de menores inmigrantes.

MERCADO LABORAL. Lo que está ocurriendo en la práctica es que mientras algunos de ellos se acaban marchando a la Península en busca de sus hermanos, primos o vecinos, otros prefieren quedarse en las Islas para intentar insertarse en el mercado laboral cuando obtengan sus papeles. Hasta que llega ese momento, la Administración está ofreciéndoles alojamiento en unos pisos denominados de transición a la vida adulta, al igual que hace con los menores nacionales en desamparo.Finalmente, son los propios menores quienes acuden a la Delegación del Gobierno en Canarias y obtienen sus papeles por otras vías legalmente establecidas y esperando varios meses, cuando tienen derecho a ellos desde el mismo momento en que cumplen los 18 años.

Para intentar solucionar este tema y a instancias del Foro Canario de la Inmigración durante la reunión del plenario del pasado miércoles, la Delegación del Gobierno y la Consejería de Bienestar Social del Ejecutivo canario han decidido crear una mesa de trabajo conjunto que fije un protocolo y abra, una década después, el diálogo necesario para que los menores inmigrantes no se vean sin papeles después de haber estudiado en colegios canarios y residido en las Islas durante años.