"Me provoca repugnancia que los menores sean objeto de un fuego cruzado político
- Respecto a la inmigración, se ha reforzado la seguridad marítima, se ha reducido la llegada de indocumentados en un 65%, pero sigue sin atajarse el problema. ¿Dónde radica?
"Está claro que en los países de origen. Sólo allí. Lo deseable es que estos chicos jóvenes no se vieran obligados a subirse a un cayuco y hacer 1.500 kilómetros de travesía para intentar llegar a Europa. Y luego encima la mitad son repatriados a sus países y otros muchos se quedan en el intento. Por eso, la única solución es la actuación en el origen. Porque, cuando ya están en el mar, nuestra obligación es salvarles la vida. Toda Europa y el mundo entero tendrían que volcarse económicamente en África. Reflexionar de otra manera es absurdo".
- Dentro de la inmigración que sigue llegando a Canarias, empieza a preocupar el caso de los menores y las discrepancias surgidas entre el Gobierno central y el de Canarias. ¿Es tan difícil llegar a un consenso cuando hay vidas humanas por medio?
"Yo siempre lo intento, sobre todo cuando se trata de vidas humanas. Y lamento que ese debate, bastante sucio desde mi punto de vista, juegue con cosas así. Me duele que el Gobierno de Canarias se queje de que aquí se cumpla la ley. El Gobierno de Canarias tiene 400 menores extranjeros no acompañados, pero también los Cabildos, y no se quejan. Y el que estos menores desvalidos sean objeto de un fuego cruzado político, me provoca repugnancia. El Gobierno de España está simplemente cumpliendo la Ley del Menor, y la residencia en Canarias implica que los menores sean responsabilidad del Gobierno canario. Esto no implica inhibición del Gobierno central. De ahí que sea razonable que los menores que llegan en cayucos puedan ser repartidos por las distintas comunidades. Y eso es lo que ha planteado el ministro Jesús Caldera. Nada más".
"Está claro que en los países de origen. Sólo allí. Lo deseable es que estos chicos jóvenes no se vieran obligados a subirse a un cayuco y hacer 1.500 kilómetros de travesía para intentar llegar a Europa. Y luego encima la mitad son repatriados a sus países y otros muchos se quedan en el intento. Por eso, la única solución es la actuación en el origen. Porque, cuando ya están en el mar, nuestra obligación es salvarles la vida. Toda Europa y el mundo entero tendrían que volcarse económicamente en África. Reflexionar de otra manera es absurdo".
- Dentro de la inmigración que sigue llegando a Canarias, empieza a preocupar el caso de los menores y las discrepancias surgidas entre el Gobierno central y el de Canarias. ¿Es tan difícil llegar a un consenso cuando hay vidas humanas por medio?
"Yo siempre lo intento, sobre todo cuando se trata de vidas humanas. Y lamento que ese debate, bastante sucio desde mi punto de vista, juegue con cosas así. Me duele que el Gobierno de Canarias se queje de que aquí se cumpla la ley. El Gobierno de Canarias tiene 400 menores extranjeros no acompañados, pero también los Cabildos, y no se quejan. Y el que estos menores desvalidos sean objeto de un fuego cruzado político, me provoca repugnancia. El Gobierno de España está simplemente cumpliendo la Ley del Menor, y la residencia en Canarias implica que los menores sean responsabilidad del Gobierno canario. Esto no implica inhibición del Gobierno central. De ahí que sea razonable que los menores que llegan en cayucos puedan ser repartidos por las distintas comunidades. Y eso es lo que ha planteado el ministro Jesús Caldera. Nada más".
COMENTARIO: PIRDULA , ME HE PERDIDO Y ¿ USTED NO HACE POLÍTICA CON RESPETO A LOS MENORES EXTRANJEROS NO ACOMPAÑADOS?
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