Télam
El Congreso español aprobará mañana la llamada Ley de Memoria Histórica, que amplía el derecho a la nacionalidad española a nietos e hijos de emigrantes y exiliados por la Guerra Civil y el franquismo.
Por medio de esta ley, cerca de un millón de descendientes de inmigrantes españoles, en su mayoría argentinos, podrán obtener la nacionalidad española, según estimaciones del gobierno español.
Sin embargo, muchos descendientes quedarán al margen de este beneficio porque será necesario acreditar una "continuidad" en la nacionalidad.
Para preparar a la administración con el objetivo de evitar el colapso de los consulados españoles, se acordó que el artículo referente a la nacionalidad entre en vigor en el plazo de un año.La ley establece que los descendientes de españoles tendrán dos años para solicitar la nacionalidad española, plazo que el gobierno español puede prorrogar un año más, dijo hoy en declaraciones a Télam el diputado ecologista Joan Herrera, uno de los máximos responsables en la negociación de la ley.
Por su parte, el presidente del Movimiento Argentinos en el Exterior, Lois Pérez Leira, dijo a Télam que la ley es "muy positiva" porque "reconoce el papel histórico de la inmigración española, y se le da el lugar que corresponde a los descendientes de emigrantes".
No obstante, Pérez Leira advirtió que habrá nietos de españoles, entre ellos muchos argentinos, que no podrán acceder a la nacionalidad porque la ley establece que sus progenitores deben ser "españoles de origen", es decir que "deben haber optado por la nacionalidad española".
El límite de la ley es que debe haber una "continuidad" en la nacionalidad, requisito que no podrán cumplir los nietos de emigrantes españoles cuyos padres hayan fallecido sin haber optado por la nacionalidad española o, en el caso particular de Argentina, de los hijos de "desaparecidos" por la última dictadura militar.Pérez Leira, quien lleva veinte años luchando por los derechos de los emigrantes españoles y sus descendientes, reclamará que la ley tenga en cuenta la situación particular de los "hijos de desaparecidos", cuyos padres "no pudieron optar por la nacionalidad contra su voluntad".
En algunos casos la situación quedará cubierta si se trata de nietos de "exiliados por la Guerra Civil (1936-1939) o la dictadura franquista (1939-1975).
En la explicación de motivos de la enmienda de la ley se establece que se "amplía la posibilidad de adquisición de la nacionalidad española a los descendientes hasta primer grado -hijos- de quienes hubiesen sido originariamente españoles", independientemente de que hayan nacido en España, o sean hijos de emigrantes o exiliados.
Se aclara también que "se satisface el derecho de los descendientes de segundo grado -nietos- que perdieron la nacionalidad española por el exilio a consecuencia de la Guerra Civil y la dictadura".
Según la ley vigente, el Código Civil de 2002, el requisito es que los progenitores de quienes demanden la nacionalidad hayan nacido en España. El derecho a la nacionalidad española para nietos de emigrantes es un reclamo histórico de la emigración y un compromiso que asumió ante ellos el propio presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien en marzo de 2008 intentará revalidar su gestión en las urnas.
El gobierno había introducido la reforma que ampliaría la nacionalidad a los nietos de emigrantes españoles en el trámite de la ley de Adopción Internacional, que se encuentra bloqueada en la comisión de Justicia.
Por esta razón, en el tramo final de la legislatura, el gobierno optó por asegurarse la aprobación de esta reforma en materia de nacionalidad y la introdujo en la ley de la memoria, aprovechando la disposición de IU-ICV, reconoció el diputado Joan Herrera.
El Congreso español aprobará mañana la ley con el apoyo de los socialistas, la izquierda ecologista, los nacionalistas vascos, los catalanes de Convergencia i Unió, Coalición Canaria y grupo mixto, mientras el Partido Popular (PP), y los independentistas catalanes se oponen por razones radicalmente opuestas.
Una vez aprobada la ley en la Cámara Baja, ésta pasa al Senado y en caso de introducirse alguna modificación, regresará al Congreso para su validación o rechazo.Si no se introduce ninguna modificación, la ley quedará aprobada cuando supere el trámite en el Senado, previsto para finales de noviembre.Será entonces a partir de diciembre de 2008 cuando los descendientes de emigrantes podrán comenzar a tramitar su nacionalidad
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